Paris, noviembre de 1642. Desde hace dieciocho años el cardenal Richelieu reina sobre Francia. La crueldad, el rigor, la malicia y la hipocresía son sus armas y el rey, un débil, está inerme frente a él. El cardenal ha logrado desbaratar la conjura del Cinco de Marzo y enviar a sus líderes a la horca, pero las oscuras intrigas de sus adversarios son interminables, toda Francia se hace eco de un nuevo rumor que corre de casa en casa, de boca en boca: se anuncia el gran juego del volante. Nadie sabe exactamente lo que va a ocurrir, solo se conoce la fecha - el día de San Martin - y que en este juego no volaran pelotas sino cabezas. Pero el destino no lo quiere así. Al centro de la agitación y de improviso, llega un joven Turlupin, un acicalador de pelucas cuya presencia hará dar un giro inesperado e imprevisible a los acontecimientos. En éste, como en todos los libros Perutz, el lector se encontrará con un don cuya carestía lo hace aún más invaluable: la desbordante alegría de la narración que surge de una imaginación creadora.