El volumen que tiene entre sus manos no es un libro de cocina corriente, como irá viendo. Es un recorrido inteligente sobre los modos de alimentarse que han tenido los españoles en estos dos últimos siglos. Son recetas artesanas que la autora ha ido recogiendo a lo largo de los años y a las que, a veces, ha dado su propia visón, siempre respetando el origen y la forma tradicional de ese plato. La autora ha intentado hacer el texto más ameno intercalando, entre receta y receta, deliciosas anécdotas de cómo llegaron a ella y cómo aprendió a dominarlas con maestría. La mayoría de estas recetas pertenecen a la tradición ibérica que todos podemos reconocer con facilidad, aunque en muchos casos matizadas desde la propia experiencia de la autora, pero también hay algunas aportaciones excelentes, tanto de su madre como de su abuela, e incluso, de su bisabuelo. En fin, son recetas originales, deliciosas de degustar, fáciles de hacer y nada caras. ¿Qué más se puede pedir?