Santa reconocida por las iglesias de Oriente y de Occidente, figura iniciadora y luminosa de los gnósticos, María de Magdala reviste todos los aspectos de una feminidad inquietante y gloriosa y representa el camino del alma de regreso a su patria celestial. Pecadora, enamorada, elegida, contemplativa, desolada, mujer de resurrección, eremita, iniciada Son múltiples e imprevisibles a imagen de la vida las facetas que encarna María Magdalena, mujer real, personaje no ficticio, cuyo itinerario evoca las sucesivas etapas y los diversos estados del alma del que un día se pone en camino, se levanta, se libera y, después de muchas pruebas y transformaciones, accede a lo que no perece. Su historia es la de una evolución interior que llega hasta el renacimiento y la transfiguración, y su realidad es la realidad misma de la vida del espíritu. Jacqueline Kelen hace en este libro una lectura no dogmática, una hermenéutica espiritual, de la vida y la personalidad subyugante de María de Magdala.