En esta lúcida y transparente obra, creada a partir de distintas historias engarzadas unas con otras como cuentas de vidrio, Martínez Dalmases recupera la rica tradición cuentística oriental y la inserta en un marco occidental inusitadamente fresco. Abre al lector dimensiones que habitualmente no alforan en una civilización organizada y propagada mecánicamente.Aquí, como en Gharb, donde los cuentos están fatalmente destinados a la inculcación de claves morales y éticas superficiales, cuando no al mero entretenimiento de los niños, quedan sin embargo algunos lectores que saben que los cuentos son un vehículo insuperable para describir, e incluso nutrir, los anhelos más profundos del ser humano.A menudo huérfanos de memoria como nosotros, los personajes de El Legado buscan a través de los cuentos la materialización de sus aspiraciones más íntimas. Su fuerza surge de nuestras carencias, de nuestros deseos de transformarnos en seres completos, dotados de conocimiento, fluidez y capacidad para alcanzar un destino más allá de nuestras limitaciones ordinarias.El escenario de El Legado es imprevisible, generoso, a veces cruel, y siempre fértil. Los personajes han de inventarse a sí mismos, creer en sus propias historias, para llevar a buen puerto sus anhelos más genuinos. íY lo mismo es aplicable al lector! Nada de los que tenemos o suponemos al emprender la búsqueda importa, pues ella misma nos guiará por caminos insospechados y borrará nuestras huellas. Y así como el sendero que conduce a la transformación es siempre distinto, las historias adquieren un nuevo cariz cada vez que se cuentan, pues quien narra y quienes escuchan, les dan un aliento que no volverá a repetirse...