Visión en Nueva York es, a la vez, un autorretrato y una fascinante reflexión sobre la literatura y la vida. Reflexión también sobre la condición actual del escritor. Articulado bajo la forma de una diálogo entre Philippe Sollers y David Hayman, el presente libro es, en cierto modo, el manifiesto de una manera nueva de concebir la escritura, una permanente interrogación sobre la aventura -digamos metafísica- de la literatura moderna: de Proust a Joyce, de Kafka a Antonin Artaud, con permanentes referencias a los grandes clásicos, incluyendo el Dante y el Maestro Eckhart.Nadie mejor que Roland Barthes ha captado el genio y la novedad de Philippe Sollers. Así escribe: A través de una música desenfrenada de la oscilación, hay en Sollers un tema fijo: la escritura. Lo nuevo es que esta fidelidad inflexible a la prácitca de la escritura no procede ya de una teoría del Arte por el Arte, ni tampoco de un "compromiso" convencional y ordenado (novelas y poemas de una lado, manifiestos de protesta del otro); lo nuevo es una actividad multiplicada, una especie de enloquecimiento del sujeto. Hay un combate demencial entre la "inconclusión" de las actitudes siempre abiertas y el peso de la Imagen que tiende inevitablemente a solidificarse. Atacar esta inmobilidad, esta mortificación de la Imagen, tal como lo hace Sollers, es una acción peligrosa y extremada que guarda relación con las actitudes (incomprensibles para el sentido común) de ciertos místicos .