En estas páginas te adentrarás en un viaje de toma de conciencia para iluminar tu ser interior, conectar contigo mismo, profundizar en ti y elevarte al más puro amor, para que puedas mejorar como persona y dar lo mejor a tus hijos. En este libro no encontrarás fórmulas mágicas sobre cómo educar a tus hijos para que te obedezcan en todo momento y sean como tú quieres que sean. Olvida querer cambiarlos, porque es más bien una transformación de tu ser, un trabajo día a día para reeducarnos como padres y ser mejores como humanos: rompiendo cadenas, liberando programas familiares, soltando el dolor, acompañando y guiando a nuestros hijos para que salga toda esa luz que llevan dentro, haciéndoles sentir valiosos, respetados, amados y protegidos. Deja atrás las limitaciones y sé libre, sé tú mismo, cree en ti, sé un padre o una madre consciente de tu poder para trasmitir a tus hijos la grandeza que hay en su interior. mate, valórate, respétate, cuida tu actitud, tus palabras hacia ellos, el amor que siembras en su corazón, el buen trato que les das, porque cuanto mejor estés tú, mayor será el crecimiento y evolución de tus hijos. La palabra educar viene de una raíz indoeuropea que significa guiar o conducir. La experiencia de ser padres es una de las más importantes que puede tener un ser humano. Y la responsabilidad que conlleva también es grande y de múltiples consecuencias para todos. Siendo conscientes de estas responsabilidades, guiar o conducir a nuestros hijos se convierte en uno de los caminos más bellos y sinuosos por los que tenemos que aprender a caminar. Este libro es un puente que te conduce hacia ti mismo y hacia tu hijo para guiaros mutuamente hacia lo mejor de cada uno, permitiendo el espacio necesario de armonía y amor para desarrollar los muchos potenciales que todos llevamos dentro. Una huella un poco más consciente y amorosa es necesaria en este estresado y convulso universo en el que vivimos. Puedes ponerla por ti mismo y por tu hijo.