Se suele hablar de la Teosofía, no como de una religión en sí misma, sino como de la verdad que por igual subyace en todas las religiones. Una de las más admirables ventajas de la Teosofía es que a su luz se resuelven muchos problemas, se desvanecen muchas dificultades, se explican las aparentes injusticias de la vida, se descifran no pocos enigmas y establece el orden en lo que parece caótico. Suele decirse que el hombre tiene alma, pero la Teosofía, como resultado de directa investigación, invierte la frase y afirma que el hombre es un alma que tiene cuerpo, o mejor dicho, varios cuerpos que son sus instrumentos o vehículos en diversos mundos. La Teosofía tiene mucho que enseñarnos respecto a la historia del hombre, y de cómo en el transcurso de su evolución ha llegado a ser lo que ahora es.