Para la joven protagonista de estas memorias conmovedoras, la Revolución Cultural de la China es al comienzo un tiempo deslumbrador: le fascina el horno de hierro que su familia ha instalado en el patio de la casa y aplaude con su hermano mientras su padre dispara y mata gorriones, los cuales supuestamente están arruinando la cosecha. Sin embargo, lo que comienza como una época de optimismo desenfrenado se convierte peligroso y turbulento mientras Moying Li ve cómo golpean sus maestros y directores en público, denuncian a su abuela y se toman preso a su padre, confiscando sus libros y discos. No obstante, los riesgos omnipresentes, Li consigue refugio en el aprendizaje y la literatura, usando como referencia un listado de libros prohibidos que su padre le ha mandado desde el campo de trabajos forzados. Esta autobiografía inspirante es, en fin, una oda al poder de la imaginación, el conocimiento y la lectura.